Blogia
Albarregas, el río que nos identifica

Cuando yo era pequeño: mis aventuras en el Albarregas

Cuando yo era pequeño, vivía enfrente de la Renault, en la av. Juan Carlos, y desde la Renault hasta el colegio San Luis era todo una era, no había pisos ni había nada, y era corno una selva: había eucaliptos, había moreras (comíamos sus moras), higos chumbos, brevas... y sobre todo jugábamos en el río Albarregas. Nos íbamos a pescar, también; pescábamos pardillas chiquititas en el río. Otras veces hacíamos cabañas, nos subíamos a los árboles..., vamos, como si viviéramos en la selva y como éramos de las Sindicales, hacíamos guerra con los de la Paz: teníamos hondas y tiradores, y empezábamos como si fuera una guerra de verdad. Y como estudiábamos en el colegio San Juan Bosco, cuando no estaba canalizado el río Albarregas nos librábamos casi todos los días de clase, cada vez que llovía, porque se inundaba todo.

Pero lo que nuca se me olvidará es el susto que me lleve un día. En una de las crecidas, jugando junto al río me caí, el río me llevó desde el puente del Albarregas (en el barrio de Santa Isabel), hasta el colegio San Luis, y me paró un puentecillo que había allí chiquitillo. Si no, hubiese ido al río Guadiana Otras veces, al bañarnos, salíamos todos llenos de sanguijuelas.

Francisco Javier

0 comentarios